Uno de los conservantes más utilizados para la producción de vino tinto es el SO2, o dióxido de azufre. Como los demás conservantes que se utilizan en el ámbito alimentario, la eliminación del SO2 no es necesaria antes de consumir el vino tinto.

Sin embargo, hay personas que tienen reacciones al SO2 y a otro tipo de conservantes, en general derivadas de la incapacidad del cuerpo de digerirlos. En estos casos, sí es necesaria la eliminación del SO2 y otros conservantes para que todos los que estén en la mesa puedan disfrutar tanto de la comida como de la bebida; hacerlo no es nada complicado y nos salvará de sorpresas desagradables.

eliminación SO2 vino tinto

 

Se puede realizar la eliminación del SO2 de toda la botella o únicamente de un vaso; si apuestas por la segunda opción, vierte la cantidad deseada en una copa o en un vaso (no es necesario que sea el mismo en el que se va a servir). Para eliminar los conservantes utilizaremos agentes neutralizantes, como el peróxido de hidrógeno. Este tipo de agentes se deben utilizar de forma moderada y en muy bajas cantidades; para medir la cantidad exacta de peróxido de hidrógeno que debemos emplear utilizaremos un gotero. Las cantidades son cinco gotas para la botella entera o una gota en cada vaso de vino.

Una vez hayas realizado la eliminación de los conservantes, el vino no puede estar abierto más de 24 horas. Lo ideal es eliminar los conservantes un rato antes de que se vaya a consumir. Por ejemplo, mientras se prepara la cena o se pone la mesa. Así estará fresco y listo para consumir sin efectos secundarios causados por los conservantes. ¡Eso sí! Los mareos van a aparecer igualmente si se toma en exceso… Y nadie le podrá echar la culpa de eso a los conservantes.

Si quieres saber más sobre dónde puedes encontrar SO2 y cuáles son sus efectos nocivos, pincha el enlace.

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